sábado, 16 de enero de 2010

Querida Haití


Ínsula extraña.
Habitada por ángeles y demonios,
la noche es más bruja en tu mar de piratas
piratas del siglo veintiuno.


Désde el Atlántico al mar Caribe.
Dios brilla con fuerza
por lo que no cree oportuno.


Aún hoy,
mirando por mi ventana
désde mi plaza de la soleá.


Tierra de negros,
pionera de la liberación


me dejo caer en tu sabana
me enjuago la cara en tus ríos.


Désde Puerto Principe a Ouanaminthe
todo es tierra de ron, de vudú, de llantos,
de autoesclavización...

Haiti.
Sollozo con tu sollozo
se me agudiza el oído en tu selva


saludandome tus hijos
arribando a Fort Liberté.
Bailando con cada bache de la ciento veintiuno.


Mi corazón te añora.
Mi mente te quiere olvidar.


Machetes
danzas
sangre
risas
llantos
niños.

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"La levedad del ser"

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