Cuenta la mitología, que antes de la creación del mundo existía el Caos, el agua, la tierra y el aire, o sea, los elementos que conforman al mundo estaban revueltos. Poco a poco estos elementos se fueron separando y se formó la Tierra y el cielo.
En esta época el mundo, estaba poblado por divinidades terribles: los titanes y los cíclopes. Los titanes eran gigantes, con una extraordinaria fuerza, y los cíclopes eran seres salvajes con un solo ojo en medio de la frente.
Sobre el universo gobernaba Cronos o el Tiempo, quien tomó por esposa a la reina Rea, sobre su felicidad pesaba una amenaza, a Cronos le habían predicho que sería destronado por uno de sus hijos y que este sería el dios soberano del mundo, entonces decidió comerse a sus propios hijos. Se apoderaba de ellos, apenas nacidos y se los comía sin piedad alguna.
Un día nació el pequeño Zeus, jamás Rea había tenido un hijo tan bello, acongojada por el destino que le esperaba al pequeño decidió salvarlo. Cogió una piedra y la envolvió entre pañales y meciéndola como si fuera un niño se la entrego a su esposo Cronos. Era la hora de la cena y Cronos tenía mucha hambre, tomó el envoltorio de manos de Rea y en la penumbra de la noche se tragó la piedra y los pañales.