jueves, 21 de enero de 2010

EN EL INFIERNO (Articulo de Jesús Trelis)


EN EL INFIERNO

Aquella noche las réplicas del terremoto de Haití no me dejaron dormir. Mi conciencia se balanceaba de un lado a otro, como si el mismísimo Belcebú quisiera ponerme a las puertas de la ciudad de Dite para que contemplara la crudeza de los Infiernos.
Entre las tinieblas del mal sueño, escuché un estruendo atroz. La biblioteca se me vino encima, los muebles se fueron hacia un lado y las paredes empezaron a resquebrajarse. El techo se deshizo en miles de pedazos, mis niñas lloraban y mi chica corría por la casa con el rostro desencajado.
Minutos después ya todo daba igual. El horror se había apoderado de la ciudad. Por el barrio empecé a contemplar coches despedazados, casas derruidas, escapes de gas, fuego, humo... Decenas de cuerpos asomaban entre las montañas de cemento. Ojos en blanco. Vidas sin vida.
Como un superviviente del naufragio, deambulé entre la catástrofe y me fui reencontrando con esas imágenes que durante el día anterior habían martilleado mi mente.
Las trincheras de cadáveres mutilados que dibujaban el horizonte de Puerto Príncipe, ahora ocultaban rostros que me parecían cercanos. Escuchaba voces que me eran familiares y el paisaje que antes fue lejano se convertía en algo muy próximo.
Comprendí, entonces, que el cuerpo sepultado de aquel haitiano era el de mi hermano. El de una persona como tú y como yo, con su familia y sus anhelos, al que el infortunio había devorado.
Cuando amaneció, ni yo, ni mis demonios habíamos pegado ojo. En la radio seguían haciendo recuentos de la desolación. Cada vez más números y menos nombres. Todos sabíamos que en cuestión de días el horror de Haití se iba a ir por el desagüe del olvido.
Puerto Príncipe y los suyos volverán a quedar sepultados en el vertedero de la ignorancia. Viviendo, como antes, en ese sumidero humano que los que nos creemos amos del mundo hemos construido para mayor gloria de nuestro bienestar.
Ante esta morgue conmovedora, sólo puedo enviarte que mis besos. Tan amargos y tristes como el cielo amoratado del Haití devastado.

sábado, 16 de enero de 2010

Querida Haití


Ínsula extraña.
Habitada por ángeles y demonios,
la noche es más bruja en tu mar de piratas
piratas del siglo veintiuno.


Désde el Atlántico al mar Caribe.
Dios brilla con fuerza
por lo que no cree oportuno.


Aún hoy,
mirando por mi ventana
désde mi plaza de la soleá.


Tierra de negros,
pionera de la liberación


me dejo caer en tu sabana
me enjuago la cara en tus ríos.


Désde Puerto Principe a Ouanaminthe
todo es tierra de ron, de vudú, de llantos,
de autoesclavización...

Haiti.
Sollozo con tu sollozo
se me agudiza el oído en tu selva


saludandome tus hijos
arribando a Fort Liberté.
Bailando con cada bache de la ciento veintiuno.


Mi corazón te añora.
Mi mente te quiere olvidar.


Machetes
danzas
sangre
risas
llantos
niños.

viernes, 15 de enero de 2010

sábado, 9 de enero de 2010

Sargantana


La Podarcis lilfordi era una sargantana que vivia a les illes Gimnèsies, i que ha desaparegut de les illes principals, però no dels illots de l'entorn. La causa de la desaparició a les illes principals és la introducció d'altres espècies competidores o depredadores per part dels romans (sargantanes, serps, mostela). També se l'anomena Lacerta lilfordi.

L'adaptació a la insularitat ha conduït a aquest animal a fer unes postes molt reduïdes (2 ous grossos en comptes dels 8-10 ous petits de les sargantanes continentals), típica estratègia d'ambients pobres i estables, però que la converteix en una espècie fràgil si l'ambient es modifica.

La sargantana gimnèsia es trobava a Mallorca per sota els 500 m, a Menorca per tot arreu. Existeix una espècie vicariant a les Pitiüses, anomenada Podarcis pityusensis.

Actualment es troba a l'illa de Cabrera i a 15 illots del seu voltant, a 8 illots de Mallorca, i a 15 de Menorca.

Es diferencien 27 subespècies de Podarcis lilfordi ENGELMANN et al 1993:

Esmaltes

Esmaltes

Iris



Iris es un género de plantas bulbosas de la familia Iridaceae con vistosas flores, cuyo nombre deriva del latín arco iris, refiriéndose a la extensa variedad de colores florales que poseen sus muchas especies y cultivares de jardín. Además de nombre botánico del género, iris es comúnmente usado para referirse a todas las especies, así como a otros varios géneros estrechamente emparentados y a una subdivisión dentro del género.

Las especies están ampliamente distribuidas por todas las regiones templadas del hemisferio norte. Sus hábitats son muy diversos, abarcando desde las regiones frías en laderas herbosas, dehesas, ribazos de ríos hasta desiertos de Europa, el Medio Este y África del Norte y por toda Norte América. La altitud no tiene gran importancia.

"La levedad del ser"

"La levedad del ser"